Un buen día me dieron una fotografía y querían que se la pasara a dibujo, para hacer un cuadro. Primero reencuadré la imagen, la convertí a blanco y negro, y después hice varias copias con posternizar en photoshop para ver bien los cambios de color. Abrí illustrator coloqué la foto y a dibujar encima.
Lo mas trabajoso de todo fue el pelo, en el que opte por hacer las ondas una a una para darle un poco mas de realismo, sin perder el concepto de dibujo.
Una vez terminado, empecé a jugar con varios fondos, colores y motivos florales, así tenían donde elegir.
Finalmente hice un dibujo de fantasía en la cara a modo de prueba con colores llamativos y un pequeño tatuaje.
El resultado fueron dos cuadros en vez de uno.
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